Viajar con tus hijos es una de las aventuras más increíbles que puedes experimentar, y los beneficios los verás por todos lados. Es una oportunidad única para que ellos puedan aprender acerca de culturas y costumbres diferentes que las propias, sin importar qué tan lejos o cerca viajes. Además, el poder pasar tiempo libre con ellos lejos de la ciudad te rejuvenecerá y te hará ser más como ellos.
Sin embargo, este viaje de placer puede dejarnos sin energías y sin descanso si no tomamos las precauciones necesarias.
Primero, debemos tener la actitud correcta. Recuerda, no es un viaje de negocios donde todo debe salir según el cronograma. Debes estar siempre preparado para cualquier imprevisto o cambio de planes. No solo para solucionarlo, sino para tomarlo con calma, y así evitar transmitir esta incomodidad a tus hijos, que posiblemente, no comprendan el problema en su totalidad.
Los niños tienen la necesidad de estar en movimiento, y el viaje mismo en avión, auto o bus; puede ser un momento nada cómodo para ellos, o sus padres. Aquí unos consejos que puedes tener en cuenta. Intenta, en la medida de lo posible, que los horarios del vuelo o viaje sea durante la noche para que duerman la mayor cantidad de tiempo posible. Asegúrate de llevar todo lo que tus hijos puedan necesitar. Agua, alimentos o dulces los ayudarán a distraerse y mantener sus niveles de azúcar. Selecciona varios juegos para el camino, idealmente juegos de mesa o retos de inteligencia. Podría ser incluso videojuegos portátiles. Finalmente, haz sentirlos en casa lo más posible. ¿Tienen una almohada u oso favoritos? Asegúrate de llevarlos contigo.
Si tienes algunos consejos más, no olvides compartirlos en los comentarios.
Sin embargo, este viaje de placer puede dejarnos sin energías y sin descanso si no tomamos las precauciones necesarias.
Primero, debemos tener la actitud correcta. Recuerda, no es un viaje de negocios donde todo debe salir según el cronograma. Debes estar siempre preparado para cualquier imprevisto o cambio de planes. No solo para solucionarlo, sino para tomarlo con calma, y así evitar transmitir esta incomodidad a tus hijos, que posiblemente, no comprendan el problema en su totalidad.
Los niños tienen la necesidad de estar en movimiento, y el viaje mismo en avión, auto o bus; puede ser un momento nada cómodo para ellos, o sus padres. Aquí unos consejos que puedes tener en cuenta. Intenta, en la medida de lo posible, que los horarios del vuelo o viaje sea durante la noche para que duerman la mayor cantidad de tiempo posible. Asegúrate de llevar todo lo que tus hijos puedan necesitar. Agua, alimentos o dulces los ayudarán a distraerse y mantener sus niveles de azúcar. Selecciona varios juegos para el camino, idealmente juegos de mesa o retos de inteligencia. Podría ser incluso videojuegos portátiles. Finalmente, haz sentirlos en casa lo más posible. ¿Tienen una almohada u oso favoritos? Asegúrate de llevarlos contigo.
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