Ésta es una de las dudas más comunes en los viajeros, sobre todo con no mucha experiencia. La previsión a veces nos obliga a querer llevar cosas que no estamos seguros de si es que son realmente indispensables, y usualmente terminamos llevando mucho más de lo que realmente usaremos.
El secreto para lograr una maleta pequeña se basa en dos puntos principales: clasificar lo que llevaremos por su nivel de indispensable, y llevar artículos a los que podamos darles más de un uso.
En el primer punto, es indispensable que antes de armar una maleta, tengas una lista escrita. En esta lista, debemos escribir todo lo que creamos necesitar, idealmente divididos por categorías. Así, incluiremos nuestra ropa, artículos de aseo personal, artículos electrónicos, maquillaje, documentos, accesorios, etc. Esto nos ayudará, primero, a no olvidar que realmente vayamos a necesitar. Idealmente, esta lista debemos hacerla con varios días de anticipación, de forma que podremos ir mejorándola, añadir cosas que recordemos, y ver si es que no tenemos algo y será necesario comprarlo.
El siguiente punto, es volver a nuestra lista para ‘deshacerla’. Es decir, dejarla lo más pequeña que podamos. En este punto debemos ser sinceros con nosotros mismos, y ver qué cosas son realmente indispensables, cuales ‘quisiéramos’ llevar y cuales en realidad llevamos ‘por si acaso’ sean necesarias. Si lo que queremos es lograr el equipaje más pequeño posible, deberemos sacrificar algunas comodidades. Si nuestro destino tiene un clima seco, podremos usar algunas prendas más de una vez, o quizás podremos conseguir dónde lavarlas. De igual forma, podemos sacrificar parte de nuestro ‘look’ si llevamos menos accesorios, y utilizamos solo una o dos casacas y pares de zapatillas.
El secreto para lograr una maleta pequeña se basa en dos puntos principales: clasificar lo que llevaremos por su nivel de indispensable, y llevar artículos a los que podamos darles más de un uso.
En el primer punto, es indispensable que antes de armar una maleta, tengas una lista escrita. En esta lista, debemos escribir todo lo que creamos necesitar, idealmente divididos por categorías. Así, incluiremos nuestra ropa, artículos de aseo personal, artículos electrónicos, maquillaje, documentos, accesorios, etc. Esto nos ayudará, primero, a no olvidar que realmente vayamos a necesitar. Idealmente, esta lista debemos hacerla con varios días de anticipación, de forma que podremos ir mejorándola, añadir cosas que recordemos, y ver si es que no tenemos algo y será necesario comprarlo.
El siguiente punto, es volver a nuestra lista para ‘deshacerla’. Es decir, dejarla lo más pequeña que podamos. En este punto debemos ser sinceros con nosotros mismos, y ver qué cosas son realmente indispensables, cuales ‘quisiéramos’ llevar y cuales en realidad llevamos ‘por si acaso’ sean necesarias. Si lo que queremos es lograr el equipaje más pequeño posible, deberemos sacrificar algunas comodidades. Si nuestro destino tiene un clima seco, podremos usar algunas prendas más de una vez, o quizás podremos conseguir dónde lavarlas. De igual forma, podemos sacrificar parte de nuestro ‘look’ si llevamos menos accesorios, y utilizamos solo una o dos casacas y pares de zapatillas.
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