¿Tienes un tiempo libre? Es quizás suficiente para que visites la Huaca Pucllana. Sí, probablemente ya la has visitado antes (¡esperamos!) pero te alegrará saber que el equipo arqueológico ha abierto desde abril un nuevo circuito de visitas dentro del recinto. La Plaza de los Oferentes ha sido recientemente estudiada y restaurada, y hoy la puedes ver como la vieron los antiguos pobladores de esta ciudad.
Como sabes, Pucllana fue un importante centro ceremonial de la Cultura Lima, es decir, que no cualquiera podía ir “así nomás”. Ahí los sacerdotes recibían las ofrendas de los pobladores, para poder estar bien con las divinidades. Es increíble cuando te pones a pensar que algún día, más que una ruina, este era el lugar a donde muchos soñaban llegar y sacrificar no solo sus primicias y pertenencias, sino incluso a veces, su propia vida, para agradar a los dioses en quienes ellos creían.
Si pensabas que finalmente, algún día los pobladores se cansaron de estas tradiciones, la verdad es que otro ejército invadió estas tierras, y convirtió el templo tan admirado, en un cementerio. Poco después, los Incas harían lo mismo en este mismo lugar, y cambiarían nuevamente sus tradiciones.
Así que la próxima vez que no te dejen hacer algo que quieres, piensa que podría ser peor. Vamos a Pucllana para nunca olvidarlo.
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